Fue una noche hermosa en recuerdo del maestro, con palabras sabias de todos los ponentes, sobre todo las del doctor León Herrera; nos motivaron a poner algunas líneas sobre el papel. Es una una pena que no hayan sido publicados los textos leídos por cada uno de ellos. Mucho que oír, tanto que aprender de los mayores.
Soy Cecilia Medo Ferrero, nieta de Onorio Ferrero, aunque tarde, agradezco a todos lo que organizaron y participaron en el homenaje al centenario de mi abuelo. Los familiares no fuimos informados, ya que por diversos motivos nadie podía contactarnos entonces. Solamente somos mi madre, Giuliana Ferrero, mi hermano Maurizio Medo y la que escribe, Cecilia. Lamento enormemente no haber podido estar ahí, quizás no muchos sepan cuánto hemos amado y admirado a Onorio Ferrero, desde la casa y la familiaridad cotidiana, Onorio Ferrero fue exactamente la misma persona en su casa y en el campus de su querida Universidad Católica. Agradezco a Regina Robles por su tesón e incansable afeeco por quien sé que fue un maestro especial, como sé que lo fue para Juan José Bustamante y tantas otras personas. En lo académico, José León, Luis E. Tord, Alberto Benavides -entre muchas otras ilustres personas, que seguro se me escapan- han sido parte importantísima de ese homenaje. Ojalá los pocos familiares hubiésemos podido estar en esa fecha. En Agosto 6 de este año se cumplirán 20 años de la partida de mi abuelo, voy a dejar mi email en caso alguien desee contactar con mi madre o conmigo: medofer@yahoo.com
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Fue una noche hermosa en recuerdo del maestro, con palabras sabias de todos los ponentes, sobre todo las del doctor León Herrera; nos motivaron a poner algunas líneas sobre el papel.
Es una una pena que no hayan sido publicados los textos leídos por cada uno de ellos. Mucho que oír, tanto que aprender de los mayores.
Flor de María Cosio
Soy Cecilia Medo Ferrero, nieta de Onorio Ferrero, aunque tarde, agradezco a todos lo que organizaron y participaron en el homenaje al centenario de mi abuelo. Los familiares no fuimos informados, ya que por diversos motivos nadie podía contactarnos entonces. Solamente somos mi madre, Giuliana Ferrero, mi hermano Maurizio Medo y la que escribe, Cecilia. Lamento enormemente no haber podido estar ahí, quizás no muchos sepan cuánto hemos amado y admirado a Onorio Ferrero, desde la casa y la familiaridad cotidiana, Onorio Ferrero fue exactamente la misma persona en su casa y en el campus de su querida Universidad Católica. Agradezco a Regina Robles por su tesón e incansable afeeco por quien sé que fue un maestro especial, como sé que lo fue para Juan José Bustamante y tantas otras personas. En lo académico, José León, Luis E. Tord, Alberto Benavides -entre muchas otras ilustres personas, que seguro se me escapan- han sido parte importantísima de ese homenaje. Ojalá los pocos familiares hubiésemos podido estar en esa fecha. En Agosto 6 de este año se cumplirán 20 años de la partida de mi abuelo, voy a dejar mi email en caso alguien desee contactar con mi madre o conmigo: medofer@yahoo.com
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